sábado, 3 de diciembre de 2011

Nativa o extranjera, la misma clase financiera





De todos los países periféricos y estresados de Europa, los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España), últimamente denominados países europeos en vías de subdesarrollo, el español es, de largo el más endeudado. Según datos del Banco Internacional de Pagos (BPI) correspondientes al tercer trimestre de 2010, debemos a los bancos internacionales más que Grecia (277.900 millones de dólares) y Portugal (321.800 millones de dólares) juntas. Más que Irlanda (813.700 millones de dólares). Debemos a la banca extranjera más de un billón de dólares, casi nuestro PIB anual. Por si quedaba alguna duda, nuestros principales acreedores son, por este orden: los bancos alemanes y franceses, los norteamericanos, los de otros países de la zona euro y los de Reino Unido. Éstos son los principales acreedores, pero hay más.

Antes de pasar a desgranar dónde han prestado su dinero los bancos del mundo desarrollado, no hace falta ser un lince para darse cuenta de que el grueso de los préstamos están relacionados con el ladrillo. Esa burbuja inmobiliaria hinchada a golpe de corrupción, que ha crecido como un cáncer, que ha depredado costas y montañas, que ha impedido que millones de personas accedan a una vivienda digna y ha  llevado a la ruina a otras tantas. Que ha permitido ganar escandalosas sumas de dinero a banqueros y ladrilleros, a costa del sufrimiento de todo un pueblo. Blanqueo y muertes en los andamios. Más de un 20% de paro en su estallido. De todo esto y mucho más es responsable esta burbuja.

Y bien… ¿Quiénes son sus culpables? Sin dinero, no hay burbuja. Y quien la ha alimentado ha sido el sector financiero patrio (bancos y cajas) y extranjero, en la proporción que hemos señalado. Pero veamos algunos ejemplos. En los años del boom inmobiliario, aquellos en los que se hacía creer a la gente que "la vivienda nunca baja", bancos y cajas españoles vendieron sus filiales inmobiliarias a ladrilleros sin escrúpulos y con una ambición desmedida por todo curriculum. Es el caso de la venta de la inmobiliaria Colonial por parte de La Caixa a Luis Portillo; de la venta de Landscape por parte del Sabadell a Enrique Bañuelos, artífice del pelotazo bursátil Astroc; de la colocación de Urbis por parte de Banesto a Rafael Santamaría.  En estos ejemplos, y en muchos más (Metrovacesa, Martinsa-Fadesa, Habitat…), la banca extranjera (especialmente la alemana y la francesa) estuvo ahí, no para invertir en i+d+I, sino para sacar tajada del ladrillo.

Por ejemplo, Royal Bank of Scotland, Calyon, Eurohypo y Goldman Sachs eran los  principales acreedores de Colonial, con una deuda de 4.800 millones de euros, en marzo de 2010. Un año más tarde, Martinsa-Fadesa, inmobiliaria que ha protagonizado el mayor concurso de acreedores de la historia española hasta la fecha, debía 7.200 millones de euros, no sólo a Caja Madrid, Bancaja, Popular o Caixa Galicia, sino también al banco japonés Shinsei Bank, entre otros. Las cinco entidades más pilladas en Nozar fueron Caja Madrid (de nuevo, hoy Bankia, "el primer banco de la nueva banca") y BBVA, pero también Royal Bank of Scotland, Eurohypo y Barclays.

¿Qué hace una financiera industrial alemana metiendo dinero en el burbujeante ladrillo español a través de Metrovacesa?

Metrovacesa, una de las grandes cotizadas, no sin irregularidades, que en su demencia  llegó incluso a adquirir la torre HSBC de Londres inflada para luego tener que devolverla por menos, debe 3.200 millones de euros a una larga lista de acreedores encabezados por fondos que compraron 375 millones de euros de deuda a Hypo Real Estate Bank International. En esa lista también figuran, además de casi todos los bancos y cajas españoles, entidades del tipo RBS, Barclays, HSBC, ING, Lloyds, Dresdner, Landesbank Rheinland Pfaiz West LB, Calyon, BPI, Landesb. Baden-Wurttenburg, Hollandsch Bank-Unie, Harbourmaster CLO 5, 4 y 6, CFC Credit Mutuel, IKB Deutsche Industrieb… ¿Qué hace una financiera industrial alemana metiendo dinero en el burbujeante ladrillo español?

Para no saturar, terminaremos con Reyal Urbis. Inmobiliaria procedente de un banco, Banesto, vendida a precio de espanto a un promotor, Rafael Santamaría, sacada a Bolsa y endeudada por 3.696 millones de euros con Santander Barclays, BBVA, Caja Madrid y el mismísimo ICO, pero también don Deutsche Bank, entre otros.

El caso de Deutsche Bank merece capítulo aparte. Después del verano del 2007, cuando estalló el escándalo de las hipotecas subprime en EEUU, a este lado del charco todavía Zapatero nos decía que teníamos el mejor sistema financiero del mundo y se atacaba furibundamente a quienes osábamos decir que España era 'subprime per se'. Por aquel entonces, Deutsche Bank, a través de una entidad financiera de crédito, DB Credit, anunciaba hipotecas subprime en España por el 120% del valor de tasación. Una barbaridad que nunca haría en Alemania. Otro ejemplo, a finales del 2007, Santander y el banco francés BNP Paribas se unieron en la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) y compraron parte de una asesoría financiera llamada Broker's Finance cuyo reclamo era "¿Ahogado por tus pagos? La hipoteca, las tarjetas, los créditos, el coche.. y si tienes impagos, demandas ejecutivas, embargos, RAI, ASNEF… tenemos la solución".

Nativa o extranjera, la misma clase financiera

El maridaje de la clase bancaria global llega hasta tal punto que, según los datos del Banco Internacional de Pagos que veíamos al principio, la banca española es la más expuesta a la deuda de Portugal, con 108.600 millones de dólares y la cuarta más expuesta en Irlanda, con 78.100 millones de dólares.


Por cierto, que los bancos alemanes, franceses, británicos y estadounidenses que han alimentado las deudas españolas, han invertido relativamente poco en el sector público español,  'sólo' 123.000 millones de dólares, y más del triple, 405.300 millones de dólares, en "Sector privado no bancario" ¿Ladrillo?. 269.700 millones de dólares procedentes de bancos extranjeros han ido a parar a los bancos españoles y un monto de 300.000 millones de dólares figuran en el capítulo de "otras posiciones", que es "el valor de mercado positivo de la suma de derivados, garantías concedidas y compromisos crediticios".


En definitiva, por activa o por pasiva, la banca extranjera, al igual que la aborigen (nativa o extranjera, la misma clase financiera) ha alimentado esta descomunal burbuja, se ha lucrado con ella y ha generado las deudas y la dramática crisis que ahora nos hace pagar de manera ilegítima.

Estos bancos nos han engañado asegurándonos que "el precio de la vivienda nunca baja", que el mejor tipo es el variable, que el Euribor iba a seguir bajando, nos han impuesto letras pequeñas ininteligibles, avales draconianos y cláusulas suelo. En su defensa, no pueden alegar que no sabían hacer su trabajo, que es gestionar los riesgos. Va implícito en sus sueldos, sus 'golden parachutes' y sus bonus. Sus malas inversiones ahora nos las hacen pagar a los pueblos (de Grecia, de Irlanda, de Portugal, de España, de toda la UE, que paga a escote con dinero público los rescates que van a parar a la banca), ayudados por una clase política (en este caso la europea) que nos impone planes de precariedad con nombre de hipoteca 'Pacto por el euro Plus' y que pone al zorro al cuidado de las gallinas. Por ejemplo, el ex Goldman Sachs de 2002 a 2006, Mario Draghi, al frente del BCE. Este poderosísimo banco estadounidense, por cierto, ayudó al Gobierno griego a maquillar sus deudas. A la banca, nativa o extranjera, no le interesa la competitividad de los países periféricos de Europa. Sólo les interesa cobrar las deudas que su codicia ha generado. No sólo no podemos pagarlas, es que además no debemos.

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