sábado, 3 de diciembre de 2011

La socialización de las pérdidas de la cajas de ahorros: El socialismo al revés de ZP

Lo del sector financiero-inmobiliario español, más que un atraco, es un 'atracón' de ladrillos de difícil digestión que ha sido provocado por las empresas inmobiliarias y sus financiadores y no por los particulares, según ha reconocido el propio Banco de España (BdE). Y que ha dado como resultado que las cajas de ahorros tengan un agujero ladrillero cienmil millonario (de euros) y una necesidad de financiación exterior cercana al billón de euros, casi tanto como el PIB anual español.

Es un alto precio que pretenden que paguemos ahora todos. Las medidas financieras aplicadas por este Gobierno en el último año y medio suponen la privatización de las cajas, un buen bocado del sector financiero español, para entregárselo a la banca y sus fondos buitre (de aquí o de allá) limpio de polvo y paja después de haberlo saneado con dinero público. Las pérdidas son públicas, las ganancias privadas. Es el socialismo al revés de ZP. 

Mientras se inflaba la burbuja inmobiliaria ibérica (1996-2006), e incluso después de pinchar brutalmente, el sector financiero, su gran causante (recordemos: Sin liquidez, no hay burbuja), se hizo de oro, corrupción mediante, cogió el dinero y echó a correr. Fue y es un camino empedrado de mentiras. Ahora que se le atragantan los ladrillos, el anti Robin Hood ZP sale, una vez más, en su rescate.

Los particulares hipotecados no son el problema para el Banco de España


El propio Banco de España de Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), reconoce que los dos grandes desequilibrios de las cajas han sido su elevada exposición al sector de promoción y construcción inmobiliaria y su dependencia de los mercados de financiación mayorista. Y hace especial hincapié en que los particulares hipotecados no son el problema.

El Banco de España, empeñado en esconder las miserias de cajas y bancos bajo las moquetas, cuantifica en 217.000 millones de euros su exposición al ladrillo: 173.000 millones a préstamos a promotores (18% del crédito de las cajas) y 44.000 millones de euros a inmuebles recibidos en pago de deudas. De esa cifra, siempre según el BdE, 100.000 millones de euros son "problemáticos", el 46% del total. Y estima en 20.000 millones de euros el coste de recapitalizar el sistema financiero. Coste que otras voces elevan hasta los 120.000 millones de euros. Pero la realidad supera a la ficción. Ciertamente son muchos los motivos por los que desconfiar de los datos oficiales.

Está claro que los particulares hipotecados no son el problema para el Banco de España. De hecho, su ratio de dudosos es del 2,5%, frente al 5,5% del conjunto del crédito y el 11,6% del sector inmobiliario y constructor. En concreto, el crédito a particulares para la adquisición de vivienda con garantía hipotecaria, que representa algo más del 45% de su inversión crediticia con el sector privado, es un activo de muy buena calidad en promedio.

Resultan escandalosos los motivos que el BdE de MAFO esgrime para explicar que los particulares hipotecados no son el problema: "Debido tanto a razones de tipo sociocultural y económico, como a los criterios aplicados en la concesión de la mayor parte de las operaciones y al régimen sobre adjudicaciones de bienes en garantía (la adjudicación no extingue la deuda), en España el segmento de hipotecas minoristas resulta ser especialmente resistente en una crisis como la actual".

Con una diferencia: El Banco de España de MAFO, a las entidades y sus grandes acreedores, los ladrilleros, los rescata con dinero público impunemente. Mientras, los particulares que no pueden pagar la hipoteca no sólo pierden su casa, sino que ellos, sus avalistas y sus herederos siguen debiendo dinero al banco in aeternum hasta que salden la deuda usurera (la adjudicación no extingue la deuda).

Necesidades de financiación exterior de las cajas: Un billón de euros, casi el PIB español anual

Y sin embargo, las cajas tienen un problema. Sus necesidades de financiación estables ascienden a 904.000 millones de euros, casi el PIB anual español. Sólo en 2011, hay registrados unos vencimientos de financiación mayorista de 129.000 millones de euros. El BdE explica que esas necesidades están cubiertas mediante diversas vías (fondos propios, financiación mayorista a más de un año, títulos negociados en mercados secundarios y operaciones activas con bancos centrales…). Sin embargo, también añade que ésta es una cuestión que hay que seguir gestionando…

Reformas financieras: Un traje a medida de la banca

Y ante este panorama, ¿Qué hace el Gobierno del pelele Zapatero, a merced de los mercados financieros, La UE, el Banco Central Europeo  y el FMI? Hasta la fecha, se han intervenido dos entidades, Caja Castilla-La Mancha y CajaSur, ambas rescatadas con dinero público para ser ofrecidas a otras cajas. En el último año y medio, el Gobierno ha creado el FROB (Fondo de reestructuración Ordenada Bancaria) en el verano de 2009, que ha inyectado hasta la fecha 11.559 millones de euros de dinero público en cajas de ahorros. También ha publicado unas inútiles pruebas de resistencia y una reforma de la Ley de Cajas en julio de 2010 que las abría las puertas hacia su bancarización. Esta reforma incluyó elementos como una reducción de los cargos públicos o una regulación de incompatibilidades. También en el verano de 2010, el Banco de España decidió modificar la normativa contable de saneamiento de activos (provisiones).

El pasado 18 de febrero de 2011, el Consejo de Ministros dio un paso más y aprobó un Real Decreto-ley que directamente convierte en bancos a toda aquella caja con necesidad de capital. Primero, las obliga a alcanzar unos requisitos de solvencia muy elevados, del 8%, ampliable al 10% a las entidades que presupongan mayor riesgo. Y a continuación, las anima a pedir capital a terceros. En el caso de que no lo consigan, entraría en juego el FROB, pero sólo por un periodo limitado de tiempo (cinco años como máximo), a condición de que la entidad aplique un plan de recapitalización: Más ajustes, menos oficinas, menos obra social, más despidos, venta de participaciones y activos… A las cajas o SIP se les exigirá convertirse en bancos "ya que esta estructura es la más adecuada para atraer a los inversores". De nuevo, se socializan las pérdidas y se privatizan las ganancias.

El jueves, 10 de marzo, supervisor lo tenía todo preparado para hacer públicas las necesidades de capital las entidades financieras. La agencia de calificación Moody's le aguó la fiesta rebajando la calificación de la deuda española, dudando sobre la capacidad del sector financiero y elevando a 120.000 millones de euros las necesidades. Ya por la tarde, el BdE volvía a rectificar sus siempre cuestionados datos y anunciaba que 12 entidades (ocho grupos de cajas y cuatro bancos) debían aumentar su capital hasta un máximo en total de 15.152 millones de euros adicionales. En todo caso, el Banco de España puntualiza que esta cifra "está sujeta a posibles variaciones".

Ajuste para unos…

Todas estas medidas, que han reducido el número de cajas de 45 a 17, están suponiendo ajustes dramáticos no sólo en oficinas, sino también en plantillas. El Banco de España exige una reducción del número de sucursales de entre el 10% y el 25%. Y una rebaja del volumen de  personal de entre el 12% y el 18%. Además, desde las cifras máximas alcanzadas a lo largo de 2008, las cajas de ahorros habían reducido ya sus oficinas en un 5% y su personal en un 4%. Por supuesto, los ajustes también han afectado de manera intensa, no sólo a los créditos que no fluyen a particulares y pymes, sino a las obras sociales, que en algunos casos, como el de Caja Madrid, se ha reducido a la mitad.

… Despilfarro para otros

Por el contrario, después de haber recibido la nada desdeñable cifra de 4.465 millones de euros de dinero público del FROB, el Banco Financiero y de Ahorros, ahora llamado Bankia, conformado por las cajas de Madrid, Valencia, y cinco pequeñas más, se aprietan el cinturón nombrando una línea directiva de nada menos que ¡91 personas!.

Lo mejor de todo son sus consejeros. Veintiuna personas que no pueden ser políticos. Pero nada dice la letra pequeña de su pasado. Así, en el Consejo de Bankia se sientan, aparte del propio ex ministro de Economía y ex presidente del FMI, Rodrigo (de) Rato, nombres tan 'populares' como Mercedes de la Merced o Ricardo Romero de Tejada y Picatoste. Sin mencionar, claro, que los mullidos sillones dan acomodo a casi todos los presidentes de las cajas que integran el nuevo engendro, en ocasiones también presidentes de las Diputaciones de sus respectivas provincias, como Agustín González, presidente de Caja Ávila y de la Diputación de Ávila. El análisis detallado de la línea directiva de esta entidad Frankenstein merecería ser estudiado aparte.

Coincidiendo con las noticias que culpaban a (de) Rato de la imprevisión de la crisis cuando estuvo al frente del FMI, se supo que el Consejo de Caja Madrid aprobó no pagar ni renovar los bonos de 25 millones de euros de diez directivos de la entidad, entre ellos el ex presidente, Miguel Blesa. La encomiable decisión se debía a la percepción de fondos públicos. Finalmente, el Banco de España, que había dado el visto bueno al bonus de Blesa, aconsejó a Rato & company  (¡menos de cien directivos!) a rebajarse la retribución variable un 20%. Con todo, curiosamente y pese a la transparencia presuntamente exigida por el FROB, nadie sabe los emolumentos de D. Rodrigo (de) Rato, pese a que hace un año el BdE pidió que se hicieran públicos. No hemos de olvidar que el gobernador del regulador, MAFO, es quien clama por la reforma laboral, la reforma de las pensiones, y últimamente, por la desvinculación de los salarios de la inflación…

¿Quién da menos?

Así pues, ya está todo listo para echar en brazos de los bancos los despojos de lo que fueron las cajas de ahorros, entidades de carácter social que nacieron vinculadas a sus territorios como montes de piedad y que suponen la mitad del sistema financiero español.  A esa tarea se han empeñado el ínclito Zapatero primero, dando legitimidad a dudosos regímenes árabes a cambio de 450 millones de euros, y MAFO y Salgado después, que viajan juntos a EEUU en busca de inversores internacionales.

Bancos de todo pelaje y fondos buitres de distinta procedencia (Cerberus, Paulson, JC Flowers...) ya están salivando ante el gran atracón que se van a dar con las cajas de ahorros. "¿Existen algunas razones no publicitadas para forzar ahora la privatización? La banca alemana tiene riesgos muy elevados en las cajas españolas. ¿No serán tales intereses los que refuerzan este preciso modelo y tempo de saneamiento?", se pregunta Miren Etxezarreta, catedrática de Economía Aplicada de la UAB. Ella punta que es probable que sean los fondos públicos los que las rescaten para pasarlas después a precios muy favorables al capital privado. Un negocio redondo para la banca por el que quizás, en algún momento, se podrán exigir responsabilidades.



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