sábado, 3 de diciembre de 2011

LA DEUDA TOTAL ESPAÑOLA ES DEL 400% DEL PIB, DE LA QUE SÓLO EL 16% ES PÚBLICA

La deuda privada española de hoy amenaza con convertirse en la deuda pública de mañana. Algo que más nos vale impedir. ¿Por qué? La deuda privada, especialmente de bancos y empresas, supone el 84% de la salvaje deuda total de 4,25 billones de euros (400% del PIB) que ha contraído la economía española tras la descomunal burbuja inmobiliaria.

Todos estos datos salieron a relucir en la brillante exposición que realizó Dani Gómez-Olivé i Casas, investigador del Observatori del Deuta en la Globalització, en las jornadas 'Viviendo en Deudocracia' que tuvieron lugar en Madrid a primeros de octubre. El título de su charla es suficientemente elocuente: "Deuda española: Nuevo golpe de estado financiero al sur de Europa". 





Pero veamos pormenorizadamente cómo se distribuye la deuda total de la economía española. Gómez-Olivé, que saca sus datos de fuentes tales como el Banco de España o el Banco Internacional de Pagos, calcula que la deuda total española asciende al 400% del PIB, unos 4,25 billones de euros. Nótese que hoy por hoy el Fondo de Rescate Europeo (FEEF) sólo dispone de 440.000 millones de euros.

De esos 4,25 billones de euros, 'sólo' 700.000 millones corresponden a las administraciones públicas, algo menos de un billón de euros a las familias (es de suponer que mayoritariamente hipotecados engañados), y el resto corresponde a empresas, incluidas las inmobiliarias (1,3 billones de euros) y bancos y cajas (1,35 billones de euros). Dicho de otro modo, "el 84% de la deuda total ha sido adquirida por actores económicos privados, siendo los bancos (con un 32%) y las empresas no financieras (con un 31%) los principales causantes del sobreendeudamiento de la economía española".

"¿Cómo ha sido posible llegar a tal situación de sobre endeudamiento?", se pregunta el investigador. Pues sencillamente, porque "Alemania estuvo alimentando, vía créditos sin control, la burbuja inmobiliaria española (…)Si promotores y constructores españoles pudieron endeudarse de una manera tan irracional fue por la facilidad que tenían de encontrar crédito barato. Un crédito que les venía, en gran medida, de Alemania directa [vía préstamos a ladrilleros] o indirectamente [prestando a bancos españoles]".

Merece la pena detenerse a analizar quiénes son los bancos extranjeros acreedores de esa deuda para saber quiénes presionan y por qué. Según un informe publicado en marzo de 2011 por el Banco Internacional de Pagos (BIS), los bancos de Alemania poseían el 22% de la deuda externa neta. Le seguían los bancos de Francia con un 20%, los de los EEUU con un 17%, los de Gran Bretaña con el 14%, los de Italia con un 4% y los de otros países de la UE con un 16%.  "De ahí que las llamadas de Merkel, Sarkozy, Obama y de la CE en mayo de 2010 al presidente Zapatero para que priorizase el pago de la deuda por encima del gasto social tuvieran su efecto esperado, ya que quien llamó no fue más que el cobrador del frac”, explica Gómez-Olivé. De este mismo informe del BIS cabe resaltar que el 89% de lo que la economía española debe a bancos extranjeros (cerca de 715.000 millones de euros) lo debe el sector privado español.

Entonces, si el principal riesgo de impago radica en el sector privado y no en el público "¿Por qué los acreedores españoles e internacionales están presionando al Gobierno para hacer reformas, recortes y privatizaciones, como si fuera precisamente en el sector público donde radicara la causa de todos los males?", pregunta el investigador de ODG. He aquí su respuesta:  "El que el Gobierno central se haya mostrado dispuesto a avalar y garantizar gran parte (por no decir la totalidad) de la deuda privada de los bancos ha supuesto que el mercado (es decir, los acreedores de la deuda española) esté ejerciendo presión sobre las finanzas públicas, para que estén más saneadas que nunca, por si finalmente el Estado tiene que salir al rescate de impagos de la banca privada española".

¿Y cómo está de saneada la economía española? En cuanto al déficit público (diferencia entre los ingresos y los gastos de todas las administraciones públicas), en tan sólo dos años, el Estado español ha pasado de tener un superávit del 2% en el 2007 a un déficit del 11% en el 2009. Esto es así en parte por las ayudas al sector bancario, que el investigador cifra en un mínimo de 100.000 millones de euros. Así, a finales del 2010 el déficit fiscal se ha situado en el 9,2% del PIB español (98.227 millones de euros), cuando la media de la UE es del 6,4%.

En cuanto a la deuda pública española (que representa lo que las administraciones públicas deben tanto a acreedores españoles como internacionales), a 31 de diciembre de 2010 ésta se situaba en el 60,1% del PIB español. De hecho, la deuda pública española es de las más bajas de los países de la zona euro. Por ejemplo, la de Francia está en el 82%, la de Alemania en el 83%, la de Bélgica en el 97%, la de Italia  en el 119% o la de Grecia en el 143%. La media de la UE era del 80% y la de la zona euro del 85%. Por cierto, según el autor, la deuda pública española ha aumentado del 40% en 2008 al 60% en 2010 "precisamente, por la necesidad del Gobierno Central de emitir deuda pública para poder hacer frente a las ayudas a los bancos privados y al aumento del déficit. Aún así, se prevé que la deuda pública se situará por debajo del 70% del PIB a finales de 2011.


Entonces, si la deuda pública española es de las más bajas de la UE ¿Por qué los mercados la acosan tan salvajemente?  La explicación de Gómez-Olivé es la siguiente: "Los bancos alemanes y franceses son los que mayor deuda tienen contraída con la economía española. Son ellos los que también presionan para que la economía pública española esté lo más saneada posible, para el caso que el Estado español deba hacerse cargo de la deuda privada de los bancos españoles de la que ellos mismos son también acreedores".

Además, el analista destaca que "los bancos e inversores españoles son los principales acreedores de la deuda pública española, al poseer un 55% de la misma. Dado que ellos también son acreedores del Estado, le fuerzan a llevar a cabo “reformas” que ya están atentando gravemente contra el estado del bienestar. Como acreedores obligan al Gobierno a que priorice el pago de las deudas que el Estado tiene con ellos por encima de su obligación básica, que es la de cubrir las necesidades sociales básicas de la población. Esta obligación se ha trasladado ahora a la Constitución española". Por si fuera poco, los bancos también están exigiendo al Gobierno que se endeude para convertir su deuda privada en deuda pública.

Por último, desde ODG, Dani Gómez-Olivé i Casas aclara que cuando se habla de "presión de los mercados financieros", esa presión también tiene nombres y apellidos españoles: Emilio Botín, del Banco Santander; Francisco González del BBVA; Rodrigo Rato de Bankia; o Isidre Fainé de CaixaBank. Ellos, especulando en el mercado inmobiliario, se lucraron de manera más que dudosa mientras se hinchaba la burbuja y ahora que se ha pinchado, también salen ganando.

"Sin dinero, no hay burbuja", recuerda el economista que la previó, Ricardo Vergés. A estas alturas de la película, cabe pedir responsabilidades al acreedor privado extranjero y español que concedió los créditos sin las oportunas garantías.




No hay comentarios: